El Barça ha iniciado su camino en la Champions con un empate a cero en Alemania, y ante el Borussia Dortmund. Un empate sin goles en la salida, posiblemente, más complicada que tendrá el Barcelona en esta fase de grupos de la máxima competición, y que nos deja algunas luces, pero bastantes sombras.

Por una parte, en lo meramente matemático, es positivo el punto logrado, teniendo en cuenta que se consigue en uno de los campos más difíciles de Europa, y además dejando, por fin, la portería a cero (primera vez en lo que llevamos de temporada). Contrasta, sin embargo, con aspectos poco o nada positivos. El Barça no logró marcar ningún gol, una vez más en una salida complicada, algo que en la fase de grupos se puede remediar, pero que en las eliminatorias, te manda para casa, como sucedió en algunos lugares de cuyo nombre no quiero acordarme (el propio Leo Messi ha reconocido que es básico marcar fuera de casa, si quieren ser campeones de Europa).

También es alarmante la cantidad de ocasiones y disparos a puerta que generaron los alemanes contra la portería del Barça, en contraste con las casi inexistentes estadísticas positivas que los culés fabricaron en estos aspectos. Tampoco la posesión ni en las zonas en las que se produjo todo,  son nada del otro mundo. Recordemos que no hace mucho, independientemente del resultado final y del rival, era difícil ver un partido en el que el conjunto culé no dominara claramente éstas y otras estadísticas, y en el que, además, no hiciera algún gol.

En lo deportivo, luces sin duda con la gran actuación de Ter Stegen, que además de parar un penalti, salvó varios mano a mano con los atacantes alemanes. También positivo es ver que las alineaciones de Valverde empiezan a tener, además de más lógica, más continuidad, algo que personalmente, eché bastante de menos en los primeros partidos de la temporada. Pero sin duda, por encima de todo lo demás, para los culés, la vuelta de Leo Messi a los terrenos de juego después de su lesión, es lo más positivo que nos dejó el partido de Alemania.

En lo negativo, sombras también hay unas cuantas. Luis Suárez sigue sin marcar fuera de casa en Champions, y ya van cuatro años; Griezmann sólo ha marcado en un partido, en lo que va de temporada, y eso que ha jugado todos los minutos; a Rakitic se le ve descolocado en los pocos minutos que juega; Lenglet no parece el mismo central de la pasada temporada;  y la lesión de Jordi Alba,  complica las cosas un poco más para las próximas semanas.

Por tanto, luces y sombras después de un mes de competición, en un Barça que sigue sin arrancar a la primera, y haciendo partidos que no alcanzan el nivel esperado de este equipo, pensado y destinado a pelear por todo esta temporada. Esperemos que con el paso de los días las luces se impongan a las sombras y los culés podamos disfrutar de este equipo como nos tenía acostumbrados en otros tiempos pasados, pero no lejanos.

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